martes, 1 de octubre de 2019

Garceta dimorfa (Egretta gularis)-Garzota dos arrecifes - Martinet dels esculls - Reef heron



Clasificación

Orden Ciconiiformes; familia Ardeidae

Longitud

55-65 cm

Envergadura

86-104 cm

Identificación

Esta especie se incluye a veces como subespecie dentro de la garceta común, a la que se parece mucho en tamaño y proporciones y con la que a veces llega a hibridar. Presenta dos patrones de coloración, uno blanco y otro oscuro, este último con plumaje de color pizarra intenso en los adultos, salvo por la zona de la garganta, que es blanca. En su forma blanca, la garceta dimorfa se distingue con dificultad de la garceta común, aunque posee entre otras cosas un pico ligeramente más grueso y curvo, en general algo amarillento, y cierta extensión de amarillo sobre los tarsos (en la garceta común son negros hasta el mismo arranque de los dedos). Los plumajes juveniles, inmaduros o de híbridos, en ocasiones de muy difícil asignación, muestran proporciones variables de plumas blancas y grises.

Ecología

Aparece de forma típica en las costas, con preferencia por playas y arrecifes, aunque también se encuentra en estuarios, manglares, salinas, etc., y ocasionalmente en el interior. Parece alimentarse sobre todo de peces, crustáceos y moluscos. Cría generalmente en colonias, a veces en compañía de otras especies de garzas, construyendo los nidos sobre arbustos o pequeños árboles. Las puestas normales constan de dos o tres huevos.

Distribución en el mundo

La subespecie gularis —en la que es relativamente rara la forma blanca— anida en las costas de África occidental, entre Mauritania y Gabón, mientras que schistacea lo hace en las de África oriental, el mar Rojo, el Golfo Pérsico y la India. Ambas efectúan dispersiones.

Citas en España

Aunque en Europa no se citó hasta los años cincuenta, y pese a que durante algún tiempo se pensó que las observaciones pudieran deberse a individuos escapados de cautividad o bien a supuestos ejemplares melánicos de garceta común, ahora se tienen ya bastantes registros, que afectan sobre todo a los países del suroeste, particularmente a Francia, Italia y España. En nuestro país había hasta el año 2004 observaciones homologadas correspondientes a unas 52 aves distintas, de las que 27 serían puras y 25 el resultado de hibridaciones con la garceta común. Las citas de híbridos se reparten durante todo el año, mientras que las de los ejemplares puros normalmente se producen entre abril y agosto. Por otra parte, los avistamientos tienden a acumularse en los litorales del este y el sur (Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña).